18/6/15

VACACIONES


 
Tomada de la red.

Hace años íbamos a la playa: Virginia, la niña y yo. Nos hartábamos de sol y agua y volvíamos morenos y relajados. Cuando la niña se casó y se fue a vivir a una ciudad costera, comenzamos a pasar las vacaciones en su apartamento. El binomio suegros-yerno nos devolvía a casa más cansados. Después vino la nieta y ahora el nieto. 
Escapamos de noche, sin avisar, tras diez días de infierno. Virginia se ha encerrado en su despacho. Yo en el mío. Cada uno repantingado en su sillón, con las persianas echadas, el aire acondicionado puesto y los teléfonos desconectados.

4 comentarios:

  1. La otra cara de las vacaciones, bien narrada.
    A veces, casi siempre, se necesitan "otras vacaciones" para descansar de las primeras. Otras, nos complicamos buscando el mejor destino cuando en realidad lo tenemos muy cerca.

    ¡Felices vacaciones Lola! (cuando lleguen)
    ;)

    ResponderEliminar
  2. Totalmente de acuerdo contigo, Yolanda.

    ¡Buenas vacaciones!

    Un abrazo inmenso.

    ResponderEliminar
  3. Si es que no se puede abusar de los abuelos de esa manera, leñe. Y menos dentro de una jaula, nueno apartamento.

    Menos mal que ahora descansan en paz y fresquitos!

    ResponderEliminar
  4. Y con el teléfono desconectado.

    Un abrazo refrescante sabor lima limón.

    ResponderEliminar