Voló y se posó entre otros grandes-pequeños libros mi Partículas en suspensión. Y para quien quiera leer la excelente entrada que ha hecho La Microbiblioteca, puede pinchar aquí.
Enhorabuena por ocupar ese microespacio de la microbiblioteca, un lugar digno de conservar para que los que vengan detrás encuentren a sus referentes. Besos.
Igualico que en tu pueblo, allí como se suele decir: - En casa del herrero cuchillo de palo.
Allí te ví, Lola y me alegro por todos esos afortunados que pueden acercarse a Barberá y disfrutar con tus partículas. Por suerte, yo, a la espera de verte y pedirte una dedicatoria, lo tengo en casa. Una razón menos para envidiarles a ellos.
Es dónde debe estar. Ahí y volando hacia las manos de millones de lectores. Me alegro mucho, Lola.
ResponderEliminarBesos desde el aire
¡Gracias, generosa!
ResponderEliminarDoble de abrazos.
Felicidades por la publicación. Un libro que tengo que procurarme.
ResponderEliminarEn la Biblioteca de Barberà del Vallés está en buenas manos.
Un beso
He intentado, sin éxito, dejar este comentario en la MICROBIBLIOTECA, pero imagino que les llegará, como a ti, desde esta casa tuya.
ResponderEliminarMagnífica presentación y la selección de micros...¡sense paraules!
Un privilegio para aquellos lectores, como lo es para los que tenemos ya las páginas a flor de piel. Nunca mejor dicho.
Enhoras-buenas!
¡Ya lo creo, Mei!, un gran sitio para quedarse.
ResponderEliminarGracias mil, querida Cora, por tu flor de piel tan generoso.
Doble de abrazos.
Enhorabuena por ocupar ese microespacio de la microbiblioteca, un lugar digno de conservar para que los que vengan detrás encuentren a sus referentes.
ResponderEliminarBesos.
Igualico que en tu pueblo, allí como se suele decir: - En casa del herrero cuchillo de palo.
Allí te ví, Lola y me alegro por todos esos afortunados que pueden acercarse a Barberá y disfrutar con tus partículas. Por suerte, yo, a la espera de verte y pedirte una dedicatoria, lo tengo en casa. Una razón menos para envidiarles a ellos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Como bien dices, Juan, un excelente lugar para sentirse bien arropado.
ResponderEliminarGracias, Pedro. Sí, cuando nos veamos habrá que intercambiar firmas.
Doble de abrazos.