Precioso homenaje a Lucas. Me ha enganchado desde el inicio, desde que las colinas engullían el sol.
El amor por las mascotas es tan grande que es difícil que cuando nos abandonan no sepamos transmitir todo lo bueno que compartimos con ellas, en tu caso ¡ha salido redondo!. un beso fuerte para tí, Lola.
Te confieso que este texto me desconcierta por que más allá de la exactitud de la descripción de Lucas-cazador (común a todos los felinos), para mí lo más resaltable de este personaje fue su convivencia con nosotros, el sentir a esta criatura como otro miembro más de la familia y con el que vehiculamos mucho cariño. Con todo esto no cuestiono el aprecio que también le tenías, es solo que me sorprende la forma que cada uno tenemos de expresarnos.
No puedo hacerme a la idea de circular por la casa y no verle. Besos.
Lucas acaba de entrar al paraíso de tus recuerdos.Como tantas cosas entrañables que nos acompañan toda la vida.Seguro que soñarás con él acechando la cal de la pared de la calle Nueva y nunca morirá del todo para vosotros.Un saludo. Ánimo y sigue escribiendo así de bien.
Retrato fehaciente de la conducta felina, animal, salvaje y, sin embargo, tan noble. Creo que el recuerdo es mejor así, desde la perspectiva que define su esencia. Abrazos, besos.
El placer es mío,por poder disfrutar de tus maravillos relatos.Y por haberme transportado fugazmente a recuerdos de mi infancia Lola. Un abrazo y otro de mi hermana Asun.
Lola, perder lo que amamos duele, siempre duele. Pero no se van del todo, se agazapan en nuestros recuerdos y desde allí salen a nuestro encuentro cuando menos lo esperamos. Hermoso homenaje.
Me uno al homenaje a tu mascota cazadora, Lucas, protagonista de momentos como el que filmas, mientras tu le observas y sesteas, y él, a cambio, te brinda la captura y muerte de esa salamanquesa desprevenida.
Un bonito homenaje, Lola. Consigues transmitirnos su vigor, su estampa, y el vacío que deja. Un perfil fugaz como el ocaso del relato.
ResponderEliminarAbrazos
Precioso homenaje a Lucas. Me ha enganchado desde el inicio, desde que las colinas engullían el sol.
ResponderEliminarEl amor por las mascotas es tan grande que es difícil que cuando nos abandonan no sepamos transmitir todo lo bueno que compartimos con ellas, en tu caso ¡ha salido redondo!. un beso fuerte para tí, Lola.
Tal cual lo dice Susana, Lola, es un homenaje hermoso. ¡Cuánto duele cuando estos compañeros nos dejan!
ResponderEliminarUn abrazo,
La fugacidad de la vida, Susana. Siempre queremos más.
ResponderEliminarNos dan mucho, sí. Y se nota el vacío.
Así es, Pedro.
Triple de besos.
Te confieso que este texto me desconcierta por que más allá de la exactitud de la descripción de Lucas-cazador (común a todos los felinos), para mí lo más resaltable de este personaje fue su convivencia con nosotros, el sentir a esta criatura como otro miembro más de la familia y con el que vehiculamos mucho cariño.
ResponderEliminarCon todo esto no cuestiono el aprecio que también le tenías, es solo que me sorprende la forma que cada uno tenemos de expresarnos.
No puedo hacerme a la idea de circular por la casa y no verle.
Besos.
Precioso, Lola, allá donde esté estará bailando en el ring de los gatos, jugando a destejer las nubes.
ResponderEliminarLucas acaba de entrar al paraíso de tus recuerdos.Como tantas cosas entrañables que nos acompañan toda la vida.Seguro que soñarás con él acechando la cal de la pared de la calle Nueva y nunca morirá del todo para vosotros.Un saludo. Ánimo y sigue escribiendo así de bien.
ResponderEliminarY pintándolas de colores, Maite.
ResponderEliminarPrecioso comentario, Salvador. En la calle Nueva, cuando era niña, siempre se escuchaban los maullidos de los gatos.
Doble de abrazos.
En la calle Nueva, cuando eras niña y yo un renacuajo, ibas a la escuela con mi hermana mayor Asunción.
EliminarBravo, Lola.
ResponderEliminarTodo es breve, siempre.
Juan, para mí lo más importante, y a resaltar de Lucas, es precisamente su condición de felino.
ResponderEliminarAbrazos muy sentidos.
Retrato fehaciente de la conducta felina, animal, salvaje y, sin embargo, tan noble. Creo que el recuerdo es mejor así, desde la perspectiva que define su esencia. Abrazos, besos.
ResponderEliminarSí, Carlos, la brevedad es nuestra esencia.
ResponderEliminarAsí era él, así cazaba en el patio de la casa del pueblo, Agus.
Doble de abrazos.
¡No ha llovido desde entonces!
ResponderEliminarUn placer tenerte por aquí, Salvador.
Par de abrazos.
El placer es mío por el regalo que nos haces con tus maravillosos relatos Lola. Un abrazo mío y otro de mi hermana Asun.
ResponderEliminarEl placer es mío,por poder disfrutar de tus maravillos relatos.Y por haberme transportado fugazmente a recuerdos de mi infancia Lola. Un abrazo y otro de mi hermana Asun.
ResponderEliminarUn homenaje precioso que además he ido visualizadon mientras leía.
ResponderEliminarVendré más veces a disfrutar de tus letras.
Besicos muchos.
Espero que te quedes por aquí, Salvador. Dale un par de besos a tu hermana.
ResponderEliminarMe alegro de que te haya gustado, Casa. Ven siempre que quieras.
Doble de abrazos.
Lola, perder lo que amamos duele, siempre duele. Pero no se van del todo, se agazapan en nuestros recuerdos y desde allí salen a nuestro encuentro cuando menos lo esperamos. Hermoso homenaje.
ResponderEliminarBesos desde el aire
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ResponderEliminarMe uno al homenaje a tu mascota cazadora, Lucas, protagonista de momentos como el que filmas, mientras tu le observas y sesteas, y él, a cambio, te brinda la captura y muerte de esa salamanquesa desprevenida.
ResponderEliminarun abrazo.
Esa caza protagonizada por Lucas, tiene para mí un gran valor. Gracias querida Cora.
ResponderEliminarAbrazos triples.
Una vez leí que los gatos son el resumen de la noche. Pues eso. Un abrazo.
ResponderEliminarQué homenaje más lindo para un gatito que ha sido parte de la familia. Yo tengo a Mya y tiene ya quince años, y el día que falte...
ResponderEliminarUn abrazo, Lola,
Bonita forma de verlos, Araceli.
ResponderEliminarSe les echa mucho de menos, Miguel Ángel.
Doble de abrazos.