2/3/13

CONFUSIÓN

Fotografía tomada de la red.


Mi madre pasa la mayor parte de su tiempo plantando petunias, podando rosales y arrancando la cicuta que crece por todas partes en el jardín de casa y que mete dentro de unos tarros para llevarlos más tarde al laboratorio. 
     Me doy cuenta de que se hace mayor porque ha comenzado a perder cosas que siempre acaban apareciendo entre las coles y el apio del frigorífico. Allí fue a parar el salero, el billetero que echó en falta al ir a hacer la compra y el móvil que localizamos por La marcha turca que sonó cuando marcamos el número. Pero  ella no acepta lo que le ocurre y culpa a mi padre y a mí de sus despistes. Por eso no quiere ayuda y se empeña en seguir haciendo guisos como el que estamos a punto de comer hoy. Huele bien y tiene muy buena pinta, con sus hojitas de perejil y todo.

19 comentarios:

  1. ay, qué lástima. Que realidad más real, Lola. Me ha recordado a mi madre.

    Mira lo que contiene ese guiso, aparte del perejil.

    Muchos besos

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  2. Ese perejil tiene mucho alimento, Elena. Lo dijo la madre.

    Abrazos sin toxicidad.

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  3. Que pillina la María. Lo que hay que hacer para matar el gusanillo de la vida que nos están dando.
    Besos.

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  4. Dichoso señor alemán que nos esconde las cosas...Yo no comería jejeje, por precaución, más que nada.

    Besos desde el aire

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  5. Una de esas historias que se dan la vuelta y te dejan una sonrisa amarga. Técnica, precisión y emoción.

    Abrazos, besos.

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  6. ¿Arsénico por compasión, Juan?

    A lo mejor está bueno y todo, Rosa.

    Como en el circo, Agus, la emoción está en el doble salto mortal. O no.

    Triple de besos.

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  7. Con estas palabras transciendes a la realidad.
    Es que eres tremenda, clara y concisa.
    Me encanta como dices las cosas.

    Un abrazo

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  8. Ay, esos guisos...! Es un tanto tragicómico.
    Un saludo

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  9. Coincido con Agus en su apreciación, Lola. Un micro que me lleva de la pena a la maldad.

    Un abrazo,

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  10. Es una descripción de lo más real de ese diablo bastardo que se lo lleva todo. Ay, qué miedo esas hojitas verdes...

    Un abrazo, Lola.

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  11. La vida es tragicómica, Mei.

    La maldad convive con la bondad, Pedro.

    Doble de abrazos.

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  12. Pues a comer sea dicho, jajaja
    Me quedo con el sabor tragicómico de la vida y muchos de sus aspectos.

    Un saludo indio
    Mitakuye oyasin

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  13. Pero le dan sabor al guiso, Miguel Ángel.

    Encantada me quedo yo, Ponfiel, con tu comentario.

    Yo también me quedo con ese sabor, Indio. La sal de la vida.

    Abrazos a repartir.

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  14. Es que como la comida de una madre no hay nada, mueres por ella. Buen trabajo, Lola.

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  15. Ya lo creo que mueres por ella, Ximens.

    Besos dobles.

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  16. Qué bien dejada la palabra cicuta al principio del relato, Lola... ¡y esa sensación de que la familia se lo tendrá que comer, casi por honor!
    Besos sonrientes

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  17. La familia está para cerrar filas, Susana, aunque al final quede la brecha abierta.

    Par de abrazos.

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  18. Puede que hoy tenga un mal día a la hora de interpretar, pero se me pasa por esta cabeza mía que lo que lleva mal esa madre no es la confusión cerebral sino la familia.

    Y al parecer, me temo que va a solucionar su problema a base de un perejil que se me antoja con un cierto aroma a cicuta.

    Que irreverente, divertido y malvado me resulta este "confusión" de relato tan tuyo, leído por mí un día después del ponderado 8 de marzo.

    Besos confusos

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  19. Muy aguda estás tú hoy, querida Cora. Puede que tengas toda la razón para tu visión del relato.

    Abrazos a mogollón.

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