Fotografía tomada de la red. |
Los músicos visten camisas blancas y zapatos y faldas o pantalones negros. El director levanta los brazos. Suenan clarinetes, trompas, oboes, trompetas, flautas, bajos, timbales, baterías, castañuelas, platillos, triángulos y bombos, en la explanada. El público ocupa sillas blancas de plástico. Un globo escapa de la mano de un niño. Sube hacia la luna cada vez más grande y cercana. Finaliza un pasodoble cuando el cielo se desploma. O quizá la tierra se abre en grietas que escupen lava. O tal vez sea la explosión del carrito cargado de dinamita que arrastraba el parado añejo con costras de muchas miserias.
Vuelvo en unos días. ¡Sed buenos!
Impresionante explosión con fondo musical.
ResponderEliminarLola, me encanta el tono que has utilizado en este micro, oigo el pasodoble y la explosión, veo la plaza donde se desarrolla la acción y sobre todo, me encantan las últimas palabras: "costras de muchas miserias".
ResponderEliminarQue lo pases muy bien y que regreses con las baterías recargadas (yo estoy en ello). Besos y a disfrutarlo.
Eso explosión me recordó a algo que ha ocurrido bien cerca de mi ciudad.
ResponderEliminarPero tu relato tiene mucho más encanto.
Un abrazo,
Felices vacaciones.
Lo triste es que pueda llegar a suceder algo así. Que la desesperanza obligue, ciegue o enloquezca a alguien para eliminar su vida y las que le rodeen en ese momento. Asusta que crezca la necesidad, el paro, incluso el hambre en una sociedad que creíamos avanzada.
ResponderEliminarEscalofriante relato, Lola.
Un beso veraniegoooo
Nunca me ha gustado que a un niño se le escape de las manos su globo: perfecta imagen de desconsuelo.
Felices vacaciones!!! Hacía falta dejarnos con una bomba?? Que con la que está cayendo no es para dar ideas... ainsss Lola... :-)
ResponderEliminarsaludillos
Esta vez me has dejado noqueado, Lola, con un final que no pude imaginar ni a pesar de que nos dejaras alguna pista en el título.
ResponderEliminarEste final es algo que -al menos hasta ahora- nos pillaba lejos, ¿no? Me genera cierto temor que el devenir de las cosas nos pueda estar acercando hacia este tipo de desenlace. Pienso en Grecia y el jubilado que se inmoló.
Un abrazo y descansa.
Chicos, chicas, gracias mil por estar ahí esperando mi vuelta. Acabo de aterrizar y os envío un puñado de besos para todos.
ResponderEliminarAlgunos se rasgan las vestiduras por unos carritos de comida básica, mientras cierran los ojos al robo de millones de banqueros, políticos y fauna especuladora. Buaf Tremenda hipocresía.
ResponderEliminarUn saludo indio
Mitakuye oyasin
Totalmente de acuerdo contigo, Indio.
ResponderEliminarBesos volados.
¡Vaya final, Lola! para nada esperado, después de leer algo tan plácido como ese concierto y esas imágenes de cosas cotidianas.
ResponderEliminarBesitos
Un final de traca. Se tuercen las cosas cuando menos te lo esperas, Elysa.
ResponderEliminarAbrazos sin ruido.