Tomada de lamicrobiblioteca |
Desde niño
siento debilidad por lo mínimo. Me emociona el peso de una hormiga,
imparable, remontando la cima de mi dedo; el grano de sal que brilla
entre el vello del brazo de mi querida Loren, un mediodía de tortilla y
playa; la gota de lluvia, como lágrima que escurre en el cristal de mi
ventana. Pero mi editor no opina igual. Quiere un libro a lo grande.
Algo que distraiga la indignación de la gente. Y así lo haré.
Completaré, una a una, las mil páginas que propone. En cada hoja, cien
palabras escogidas. Embriones que alienten la rebelión.
Enhorabuena Lola. Eres maravillosa. Visita mi blog que te he dejado un regalo. Un beso.
ResponderEliminarMuchas felicidades, Lola: tanto por ser finalista como por el micro.
ResponderEliminarEmbriones de rebelíon...
Ojalá, ojalá.
Genial, Lola.
ResponderEliminarY dejale algunas en blanco, para que las llenen a gusto los lectores indignados.
Un saludo.
me gusta esa manera de llamar a la rebelión.
ResponderEliminarY no nos cansamos de darte la enhorabuena.
Muchos besos, gran Lola
Enhorabuena Lo!
ResponderEliminarJeje me he asomado a La Micro y mira qué sorpresa
Besicos
Me gusta la rebeldía del micro respecto a lo de escribir tochos sin más por el hecho de hacerlo y la segunda lectura rebelde, y hasta es un manifiesto del microrrelato.
Merecido reconocimiento de la microbiblioteca, Lola. Me gusta cómo lo has contado y cómo se convierte en denuncia de lo que hoy ocurre en las editoriales ...vale más lo que opine el editor, que lo que opine el autor. Al lector se le deja muy poquito margen para la revelión.
ResponderEliminarMe decía una "librera", de las de siempre que antes devolvían ...un caja cada mes. Ahora llenan la caja con libros que nadie leerá ...¡todos los días!, porque las editoriales envían todo lo inimaginable.
Puede que entre las devoluciones se encuentren apuestas arriesgadas por lo "mínimo" que nadie promocionó como se debía, mientras otros "escritores de pantalla grande" o que se dicen serlo...son comprados SIN quizás : llegar a leerse.
Un mundo complicado, sin duda.
Si escribes el libro de cien palabras escogidas ¡avísame!, no sea que lo devuelvan. BESOS.
.
Un calificativo el tuyo, Mar, para ponerse al rojo vivo. Gracias por el regalo.
ResponderEliminarEn ello estamos, Patricia, ten fe.
Las que hagan falta, Sergio.
La palabra subversión mola, Eléna.
Y me has avisado, Ro, siempre tan atenta a lo que ocurre. Gracias.
El año que viene si dios quiere, como decía El Hermano Lobo, Laura.
Abrazos a repartir.
Enhorabuena, Lola. Dí que sí, tu ve dejando embriones aquí y allí, que un día crecerán y serán gigantes que aplasten.
ResponderEliminarUn abrazo, grande, el abrazo y tú.
"El peso de una hormiga, imparable", "un mediodía de tortilla y playa". Ambas frases son una muestra impecable de los altos vuelos de tu literatura. Qué difícil es decir, contar, con palabras nuevas. Y tú lo haces siempre, como si cada texto fuera un reto. Increíble.
ResponderEliminarAbrazos, besos.
Así lo creo yo, Miguel Ángel: lo pequeño y aparentemente insignificante se une y es imparable.
ResponderEliminarTú lo has dicho, Agus, cada texto es un reto para los juntapalabras. Me sonroja lo de los altos vuelos de mi literatura.
Abrazos pareados y agradecidos.
Es un placer verte ganar, Lola. En literatura y en visibilidad (concursos). Ahí van mis dos besos y el achuchón correspondiente.
ResponderEliminarLa rebelión de lo pequeño. Me gustó mucho. Todos merecen su espacio, desde las hormigas hasta los elefantes.
ResponderEliminarUn beso.
Mil páginas sería como una micro-saga. En cada una cien palabras sería como una macro-novela.
ResponderEliminarMe parecería genial invitar a la rebelión con embriones de talento como este micro.
Abrazos
Siempre mejor la calidad que la cantidad. Estupendo micro.
ResponderEliminarEnhorabuena Lola.
Besos.
Quiero leer ese libro a ver que pasa.
ResponderEliminarBesos y felicidades, Lola.
Muchas felicidades!!
ResponderEliminarLa palabra como un embrión de rebelión: qué maravillosa manera de contar, Lola!
Saludos admirados!
Lola, muy micro, muy complaciente e irónico, muy plástico, muy poético, todo prosa, muy cercano y abstracto...
ResponderEliminar¿Para qué más palabras... si ya sobran?
Saludos.
Me llegó ese achuchón colmadito de cariño, Susana.
ResponderEliminarAsí lo creo yo también, Xesc.
Y que pase algo bueno, que ya estamos hartos de maldades, Tor.
La palabra es un arma muy potente, Sandra.
Buen juego el tuyo con las palabras, Petra.
Abrazos a repartir.
Para calidad, la tuya dejando comentarios, Juan.
ResponderEliminarBesos a mogollón.
Me gustan estas descripciones preciosistas, que envuelven, además de lo que describen con delectación, la apariencia de una rendición que encierra una piñata de rebeldía contra la sumisión y la entrega pactada.
ResponderEliminar¡Bravo!
De muchas piñatas, o una muy gorda está hecha la rebelión, querida Cora.
ResponderEliminarAbrazos múltiples.
Un manifiesto para la rebelión, Lola. Y a seguir diciendo ¡felicidades!
ResponderEliminarHe tenido unos días complicados pero aquí estoy haciendo un repaso. ¡No paras! y yo me alegrol.
Besitos
Espero que las complicaciones se hayan resuelto, Elysa.
ResponderEliminarAbrazos agradecidos.