Fotografía tomada de la red |
Naranjito pierde aire, planea y cae suavemente sobre la hierba. Varios rollos de papel serpentean. Una lluvia de latas sobrevuela. Un cerdo con gorro de Papá Noel corre. Los hooligans patean en las gradas. La tierra asoma una mano entre las calvicies y tira de la bota del hombre. El estadio se viene abajo y desaparece bajo un manto marrón y verde del que emerge el cartel: “Terreno cedido por el Ayuntamiento para la construcción de escuelas”.
Ahí le has dado Lola. Hay que criticar todo,también nuestra propia estulticia. La de pelas que mueve el p..o fútbol...
ResponderEliminarBesicos
Por el comentario de Rosana entiendo que te referís a algo que está sucediendo allá en tu tierra.
ResponderEliminarTe diré que en la mía el fútbol importa más, a la mayoría aunque no a todos, que la deuda externa ...o interna.
Un abrazo, Lola
Y la especulación del suelo ¿qué?, Ro.
ResponderEliminarOcurre lo que está hundiendo Europa, que manda la especulación y el choriceo a gran escala. Están desangrando España!, Patricia.
Abrazos de la tierra.
¿Participas también en eso de Jueves indignados? Porque este micro podría ir a la cabeza!! Muy crítica te leo Lola, muy ácida, y además me gusta.
ResponderEliminarUn abrazo
¡Claro! Es mi contribución, Paloma.
ResponderEliminarPar de abrazos.
Pues sí, me gusta el fútbol, pero no sus reglas económicas y todo lo que impera a su alrededor. Y así, otras muchas cosas. Como bien dices, esto ha sido una crisis moral que luego fue económica y ahora es social. Gracias por el texto,
ResponderEliminarAbrazos, besos.
Jjajaja, digo, dónde ira, dónde ira... El Naranjito se lleva la palma. Pero es más, sólo con lo que ganan obscenamente en un mes los jugadores de élite, yo creo que se podría hacer maravillas por este pais, bueno, y por este mundo.
ResponderEliminarUn abrazo, Lola.
Jajaja, muy, muy irónico. Buena contribución :)
ResponderEliminarMuy fuera de serie. Me sorprende y admira este efecto centrífugo que logras.
ResponderEliminarAbrazos protestones.
Extraordinario. ¿Algún día petará también la burbuja futbolística?
ResponderEliminarNos lo preguntamos.
Claro que a mi eso no me afectará. sin embargo creo que eso sí hará que salgan millones como posesos a gritar a la calle.
Brrrr
Of course Lola, la especulación del suelo. Y ya puestos, en Alcalá se ha utilizado suelo público no para construir colegios públicos sino uno privado del Opus....
ResponderEliminarEste micro ilustra de forma magistral el sentir de muchos, Lola. Y esto dicho por un futbolero convencido que sin la parafernalia que rodea el futbol hoy en día, sin salarios de 20 millones de euros, los campos seguirían llenándose. Igual lo que quedaba más vacío era los bolsillos de ciertos dirigentes y cierto políticos.
ResponderEliminarUn abrazo,
Por mi barrio hay muchos ejemplos de eso.
ResponderEliminarUn abrazo
El tema del suelo ha sido sangrante durante décadas en este país, y por eso, precisamente, vino el estallido de la burbuja inmobiliaria y, en gran parte, la crisis actual. Antes una maceta costaba 6.000 euros, y ahora la gente no puede pagarlas. Buena crítica, Lola. Besos.
ResponderEliminarNo me fío de ese Ayuntamiento, dice que quiere construir escuelas y me extraña. Para mí, que hay tongo seguro.
ResponderEliminarUn beso.
Mientras cada vez menos aparece el pan, el fútbol se ha ido convirtiendo en el circo de la cuestión; me gusta mucho este micro porque muestra cómo hasta las mismas "Creaciones" del capitalismo se van comiendo entre sí... los tiempos se atropellan unos a otros, es una existencia de increíble voracidad.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo,
Jejeje...Con la pasta que mueve el fútbol se acababan ciertos problemas económicos de la educación...
ResponderEliminarBesos desde el aire
Cualquier deporte puede ser muy bueno, siempre y cuando no esté enmierdado, Agus, así es.
ResponderEliminarUn disparate muy grande Miguel Ángel.
Me alegra de que te haya hecho reír, Maite.
Yo lo llamo el efecto tierra trágatelos, Susana.
Xesc, eso de que no te afectará habrá que verlo, tal y como está el patio, seguro que el reventón se pagaría con dinero público.
¡Por dios, Ro, qué te habrá hecho la santa compaña opusnera! Si hay que apoquinar, se apoquina para salvar nuestras almas.
El fútbol mueve mucho dinero, Pedro. A ver quién le mete mano.
Tanto como paja en un pajar, Fortunata.
El suelo, la vivienda, y los especuladores frotándose las manos, Manu.
Quien dice escuelas, dice un pequeño aeropuerto, Luisa, el caso es meter algo de pela en el bolsillo.
A ver si es verdad, Juan, que estos monstruos con mocos capitalistas acaban devorándose entre ellos.
Pues sí, Rosa, no vendrían mal en educación, sanidad y un largo etc.
Abrazos a repartir.
Muy buena contribución, Lola. Ya me gustaría ver ese cartel, ya. Ahora mismo es solo una utopía. Es triste la manera como nos han vendido.
ResponderEliminarBesitos
De utopías se nutren los grandes cambios, Elysa.
ResponderEliminarAbrazos de finde.
¡toma ya! eso va a pasar cerca de mi casa donde hay un cartel que dice:
ResponderEliminar"Ací el teu nou institut"
Aquí tu nuevo instituto. Total solo lleva, hasta que se caiga, como unos cinco años.
Y ya no te digo lo que sucede con el nuevo estadio del Valencia porque es sangrante.
Lo que pasa en Valencia es para salir a la calle ¡ya!, Eléna.
ResponderEliminarAbrazos solidarios.
Gracias por participar en la iniciativa.
ResponderEliminarTu relato me hace pensar que de cuando en cuando es sano imaginar como podría ser el mundo.
Te esperamos en la segunda jornada.
Nos vemos en la alambrada.
Hola, Miguel. Vamos a ver si entre unas cosas y otras, empujamos un poquito la basura que nos está ahogando.
ResponderEliminarNos vemos en la alambrada, ya lo creo que sí.
Par de abrazos.