Como os ha dado a todos por el tema navideño, pues ahí va una contribución.El ángel se columpia suspendido de un hilo sobre el tejadillo y las madres trabajan lavando pañales infinitos en el río y el pastor cuida la oveja coja y mamá oca lleva detrás a sus pequeños a nadar en un río de papel plata y tres camellos soportan con elegancia a tres Reyes Magos con su estrella guía sobre la cabeza y la Virgen mira embobada al Niño en cueros y con cara de no pasar frío y San José aguanta el tipo y el burro y el buey están un poco descascarillados pero siguen caldeando el Portal de Belén con su aliento y una mano de la tercera generación de la familia incluye una nueva figurita en el Nacimiento: señor abonando el musgo y todos lo miran con recelo. Otra vez Navidad.
El tío cachirulo no puede faltar en un belén que se precie.
ResponderEliminarUn beso, Lola, y Feliz Navidad.
Feliz Navidad, Tor. O que pase pronto, por Dios.
ResponderEliminarMil besos.
Una prosa buenísima! El caganer al ataque!
ResponderEliminarBesos prenavideños.
Hola David. Muchas gracias y a comernosla Navidad por las patas.
ResponderEliminarBesos triples.
El del abono va a contaminarlos a todos por Dios. ¿O acaso era compots ecológico?
ResponderEliminarUn beso, Lola, que no es tan mala, sólo hay que aguantar un poco el tirón.
Muy bueno Lola, y encima con sus "caganers" y todo. Yo este año con el peque he tenido que montar la granja, digo el Belén, y ahora claro, me encuentro figuritas por toda la casa. El otro día descubrí al niño Jesús dentro de la lavadora. En fin, "otra vez Navidad".
ResponderEliminarFelices fiestas, besos y abrazos.
Paz y amor. Y que pasen pronto estas fechas, son un tanto empalagosas, pero en fin.
ResponderEliminarUn saludo indio
Feliz navidad!!! Me gustó tu descripción belenística
ResponderEliminarSaludillos navideños
Me ha gustado mucho, Lola. Al final vais a conseguir que me entre el espíritu navideño ;) ¡que pase ya, por favor! Besazos fuertes
ResponderEliminarAy Lola si no fuera por las peques que le poen el entusiasmo y la alegría...
ResponderEliminarUn abrazo fuerte para ti y para Juan en estas fechas y besos hasta la luna.
No sé, no sé.... Elisa, prefiero pensar que ecológico.
ResponderEliminarLo del Jesulín en la lavadora ya es un micro, Agus.
¡Ay, Indio!, que sí, que paz y amor... pero para todos.¡Me da una rabia eso de a los hombres de buena voluntad. Se ve que los que están metidos hasta las cejas en un conflicto no la tienen.
Puck, saludillos, saludillos, en plan diminutivo, no sea que nos cuelen dos por una.
¡Qué va Maite! ¡Dónde andará el espíritu ese!
Los niños son los auténticos protagonistas de la historia esta de la Navidad. Sí. Son los que ponen el bálsamo en las heridas. ¿A que sí, Rosana? Le paso los besos a Juan y te los triplica.
Puñado de besos mezclados con polvo de estrellas al estilo Campanilla. Sí, empalagoso como un mazapán ¿qué pasa?
La Navidad no tiene de malo más que una cosa: estar situada al final del año. Nos da pena perder lo que tuvimos, nos da miedo lo que se viene (por desconocido). Es como un domingo gigantesco. Valor y al toro.
ResponderEliminarAbrazos por docenas, Lola.
PABLO GONZ
Y encima hay que estar felices.
ResponderEliminarSí, vamos a torear al astado.
Besos sin límite, Pablo.
Que imágenes tan fuertes, tan reales, Lola.
ResponderEliminarMe gustó mucho.
abrazos navideños.
Feliz todo el año, Edgar. O que haya mucho de bueno y poco de malo.
ResponderEliminarBesos dentro y fuera de Navidad.