19/11/10

INMORTALIDAD (Finalista del concurso de abogados de julio del 2010)

El viejo magistrado sacaba el reloj del bolsillo de su chaleco y le daba cuerda. El viejo magistrado tenía una habitación llena de devoradores de tiempo. El viejo magistrado quería ser inmortal. Pero el tic tac del reloj de pared y el siseo de la arena deslizándose por el hocico pequeño hacia la panza de cristal, eran su condena a muerte. “Polvo eres...” recitaba entre dientes, con los ojos húmedos, antes de golpear con el mazo sobre la mesa. Luego, en la sala reverberaba la última sílaba de su justa sentencia. El viejo magistrado, mi mentor, según el informe médico, murió de viejo. Pero ahora sonríe, sentado en el pequeño sillón forrado de terciopelo rojo, frente a la pequeña mesa de madera, en la diminuta sala de justicia. Aún me falta un fiscal, un miembro del jurado, un asesino en serie, un corrupto... pequeños detalles para completar mi maqueta.

25 comentarios:

  1. Les concedía la inmortalidad pero en miniatura. Algo no pillo.

    ¿A qué dirección te puedo mandar un correo electrónico?

    Un beso, Lola.

    ResponderEliminar
  2. ¡Corre, corre, que te pillo! A mí me jode lo de irme para siempre jamás. Si al menos me hicieran un homenaje.

    Mi correo es: pajaro.alambre@gmail.com

    Besos magistrales.

    ResponderEliminar
  3. Recuerdo bien este micro, Lola, es soberbio. Me encanta la imagen del reloj de "arena deslizándose por el hocico pequeño hacia la panza de cristal".
    Un gusto volver a disfrutarlo.

    Un beso, Lola.

    ResponderEliminar
  4. ¿Pasa, monstruo? Mi reloj tiene hocico y lo que haga falta para que a ti te guste. ¡Faltaría más!

    Abrazos aliñados con zumo de mandarina.

    ResponderEliminar
  5. Yo también lo recuerdo. Y aún me extraña que no ganara. Tiene mucho mérito escribir un relato tan bueno, con tantos condicionantes (temática, palabras obligatorias...). Me gusta mucho ese giro con sorpresa, pero sin engaño. El micro se eleva y se se eleva, a la misma vez que las figuras de la maqueta se hacen cada vez más pequeñitas. Lo dicho: excelente. Por cierto, como siempre.

    Besos, abrazos y a seguir disfrutando del finde.

    ResponderEliminar
  6. "Devoradores de tiempo", buena definición. El texto es una maravilla, me encanta el clima que crea.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  7. A mí, como a Jesus, se me quedó esa frase en la cabeza. Creo que te lo dije en su momento pero te lo digo otra vez : es un buen micro.

    Besicos

    ResponderEliminar
  8. Gracias Agustín, derrochador de elogios. Del finde disfruto lo que puedo porque estoy trabajando. Pero ya me vengaré el lunes y el martes.

    Belén, muchas gracias por pasarte y dejarme tus impresiones sobre el micro.

    Rosana, sí, claro que lo comentaste en su momento, porque a ti no se te escapa nada, bonita.

    Hola Antonio. Anda todo lo que quieras por el blog, que camino tienes, ya lo creo. Muchas gracias por tus alabanzas.


    Puñado de besos a repartir.

    ResponderEliminar
  9. Yo no lo conocía pero me parece buenísimo. Además, inesperado.

    Saludos

    ResponderEliminar
  10. Yo no lo conocía pero me parece buenísimo. Además, inesperado.

    Saludos

    ResponderEliminar
  11. Gracias, Indecisa, por pasarte y dejar tu comentario.

    Abrazos.

    ResponderEliminar
  12. Siempre hilas muy bien las palabras en la historia que cuentas, un relato muy cuidado. Un abracito.

    ResponderEliminar
  13. Y tú hilas muy bien tus comentarios, Maite. Muchas gracias.

    Puñado de besos.

    ResponderEliminar
  14. Y al final, el verdadero juez, como siempre, el narrador con la única vara de medir incuestionable, el tic tac que no para. Me gusta el salto de voz al final del micro de la tercera a la primera persona, reforzando la idea del papel del narrador-juez. Muy bueno, Lola, me gustó mucho.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  15. Es el único recurso que nos queda, Alberto, la narración para contar lo que queremos. Me alegro de que te haya gustado este relato escrito de principio a fin desde el punto de vista de la primera persona. Muchas gracias.

    Besos al cuadrado.

    ResponderEliminar
  16. Mucha ternura en este micro, Lola. Me gusta el recurso de la repetición y la metáfora 'devoradores de tiempo'. El relato tiene el tono del nostalgioso, magnífico, y también imágenes muy bellas.
    Ahora que sé cuál es la pauta de este concurso, imagino que una de las palabras obligatorias ha sido maqueta. Excelente idea tuviste y te ha quedado un microrrelato muy literario.

    ResponderEliminar
  17. Muchas gracias, Mónica. Sí una de las palabras era maqueta.


    Puñado de besos.

    ResponderEliminar
  18. Creo que no me expliqué bien, Lola. Quería decir que hasta el final no se descubre que está escrito en primera persona.

    ResponderEliminar
  19. Me gusta, Lola, espero poder leer después el microjuicio.
    Un abrazo y un beso.

    ResponderEliminar
  20. Sí, estaría bien un microjuicio. Buena aportación, José Manuel.

    Puñado de besos.

    ResponderEliminar
  21. Yo también lo recuerdo. Me gustó mucho en su día, y me sigue gustando, señal de que por su calidad indiscutible no pasa el tiempo.

    Besos.

    ResponderEliminar
  22. Bienvenido, Alberto, es un placer tenerte aquí y recibir un comentario tan generoso con el microrrelato.

    Muchísimas gracias aderezadas con dos o tres besos.

    ResponderEliminar
  23. Un discípulo con delirio de creador.
    Un micro cargado de frases maravillosas. Al final esos "pequeños detalles" que realzan la importancia del mentor dentro de la maqueta.
    Muy bueno, Lola, como siempre. ¡Qué nivel!
    Besos.
    David.

    ResponderEliminar
  24. Gracias David. Un orgullo y un placer tener a personas como tú comentando.

    Abrazos redondos.

    ResponderEliminar