ALMA
Me gustaba la niña de cara de mantecado y pelo de panocha. La visitaba cada tarde, sin que nada hubiéramos acordado al respecto. Yo arrimaba una silla de anea a la suya, y me quejaba de la última paliza de mi padrastro. Ella dejaba las manos sobre el regazo, la derecha dando cobijo a la izquierda, y me escuchaba. Luego jugábamos a hacer sombras chinescas en la pared del zaguán de su casa.
Se lo comenté a un amigo y él me dijo: “No te escucha, es medio tonta”. A la tarde siguiente, cuando fui a visitarla, me quedé mirándole sus piernas exánimes rematadas en dos botas de cuero muy lustrado, sin atreverme a romper el silencio. Entonces ella subió su mano derecha y acarició el último moretón de mi cara. “¡Me duele!”, exclamé retirando la cabeza en un gesto instintivo. Bajó la mano, la dejó aleteando sobre su pecho, y dijo: “A mí también”.
A ver quién es el tonto... ¿Lo publicaron en el Orola, Lola?
ResponderEliminarBuena observación,Víctor. Sí, lo publicarán en un libro.
ResponderEliminarSaludos veraniegos.
Enhorabuena Lola. Me ha gustado mucho el micro y verlo impreso en papel es el mejor premio.
ResponderEliminarUn abrazo
Muchas gracias Jesus. El libro del año pasado quedó bonito.
ResponderEliminarAbrazos suaves que hace un caloooor.
Me gusta y punto pelota, llega donde tiene que llegar con sensibilidad y sin ñoñería.
ResponderEliminarBesos de unos cinco grados menos(algo es algo)
R.A.
Hola R.A. Gracias rotundas. Y unos cuantos abrazos que hoy parece que corre algo de aire.
ResponderEliminarLo primero, decirte qué casi siempre me complico la lectura por pensar que tu protagonista ha de ser femenino, quizás por lo dificil que me resultaría escribir desde el lugar de ella. Por eso y por lo sencillo y preciso del micro deseo darte la enhorabuena.
ResponderEliminarBesos.
Eso te pasa por confundir a la persona con el autor. A mí, en cambio, me resulta cómodo escribir desde otro género, creo que establece una distancia que me ayuda.
ResponderEliminarGracias, compañero.
Si, es fácil confundir autor-personaje, a pesar de tus antecedentes dentro de la piel de algunos hombres ... bellos, como aquel del conejo con tomate, o este maltratado que se cobija en compañía de esa otra alma doliente... O tus vampiros de saltos perfectos, decepcionados, singulares...
ResponderEliminarTampoco te duelen prendas con algunas mujeres que salen más que malparadas sin atisbo de temblor en la sesera de tu pluma. Y así.... seguiría comentando a modo de chat porque la calor me aviva las neuronas que aún quedan firmes.
La niña de los dos infartos inducidos es posible que tuviera clara su dedicación al micro, pero no la confundo con esta más que adulta transmisora de historias de doble filo, de sobreentendidos, de metáforas bellas o crueles, de fascinaciones descritas con dominio de palabras que parecen aventadas para una siega de magia.
Algún día te destrozaré un relato, palabra. No parezca que soy tu abuela o tu editora.
Saludos, Sanabria, hasta mi próximo paseo por tus dominios.
"Tampoco te duelen prendas con algunas mujeres que salen más que malparadas sin atisbo de temblor en la sesera de tu pluma. Y así.... seguiría comentando a modo de chat porque la calor me aviva las neuronas que aún quedan firmes."
ResponderEliminarEres la leche, Cora, cuando escribes y dejas perlas como ésta. Gracias redobladas.
Muchos y variados abrazos.
Muy bueno el texto..me gustó.
ResponderEliminarGracias de nuevo, sucede.
ResponderEliminarDoble beso.