Fotografía tomada de la red. |
A partir del minuto 46:19 podéis escuchar el relato. Clicad aquí.
DUELO
¿Una caída, un golpe,
una china en el zapato? Tan inocente como es, ella no lo entiende. ¿Quizás esa
fiebre que te rompe los huesos y acelera el pulso? Tan tierna, ella. Me agarra
una mano, demasiado grande en la barca de las dos suyas, y las cierra con mimo,
como un libro. Y la frota para darle calor. ¿Frío?, sigue preguntando, con
ganas de obtener una respuesta. Sería inútil explicarle que el abandono produce
la mayor de las quemaduras y, por ende, el gran dolor. Lo comprenderá algún
día, cuando sufra su primer desamor, pero antes, mi niña, no.